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Desde que se implantó el estado de alarma en España por la pandemia del Covid-19 a mediados del mes de marzo, el Plan Nacional Integral de Energía y Clima (PNIEC), se ha transformado en la base y sustentación principal del plan de reactivación económico planteado por nuestro país.

Según el Estudio de impacto macroeconómico de las energías renovables en España en 2018, realizado por la Asociación de empresas de Energías Renovables (APPA) y publicado en octubre de 2.019, la contribución del sector de las renovables, en general, al Producto Interior Bruto (PIB) nacional, fue de 10.521 millones de euros lo que supuso cerca de 81.300 puestos de trabajo en términos globales.

Hace ya más de un mes de la publicación en el BOJA del final de los estímulos económicos que la Junta de Andalucía había venido realizando sobre proyectos de Energía Solar, incluyendo instalaciones de autoconsumo. Solo en 2.019, la Agencia Andaluza de la Energía destinó más de 37 millones de euros para ellos mediante el Programa de incentivos para el desarrollo energético sostenible.

Desde la publicación del esperado Real Decreto que regula y liberaliza las instalaciones de autoconsumo, una de las opciones que se favorecen son las asociaciones comunitarias, es decir, los grupos de consumidores que se agrupan para autoconsumir la energía generada por una instalación fotovoltaica próxima.

A mediados de febrero, en la red eléctrica española de la península, se superó la cifra de generación instantánea de electricidad obtenida a partir de instalaciones solares fotovoltaicas, llegando a los más de 5.075 MW de potencia.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía incluyó el mes pasado, en los presupuestos, una partida de 6,5 millones de euros destinados a impulsar la mejora de las instalaciones de regadío en el campo andaluz.

Basándonos en el 2020 Global PV Demand Forecast de IHS Markit, las plantas de producción de electricidad fotovoltaica seguirán con índices de desarrollo de 2 cifras durante la década que comienza, de 2.020 a 2.030. De hecho, a lo largo de este año, la potencia eléctrica aumentará en un 14% en relación con 2.019.

Una planta fotovoltaica conectada a red es una instalación de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, donde la producción se vierte directamente a la red eléctrica para su distribución y transporte hasta los puntos de consumo.

La conciencia actual acerca de las renovables hace que las empresas de este sector estén viviendo tiempos de crecimiento que, además, se antojan largos en el tiempo. Podríamos decir que las renovables han vuelto y lo han hecho para quedarse.