Recientemente se ha procedido a la aprobación de la nueva propuesta de Ley de Cambio Climático con la que el Ejecutivo español pretende transformar nuestra actual economía en otra con cero emisiones, además de una red eléctrica surtida solo a base de fuentes renovables. Todo ello, marcando el año 2.050 como fecha límite para realizar dicho cambio.
La propuesta ha sido remitida al Congreso con el fin de que sea debatida y “enriquecida” con las contribuciones del resto de grupos para su posterior su aprobación definitiva.
La primera propuesta de esta norma se presentó en febrero del año pasado, pero se quedó en una simple “recopilación” de intenciones que no tuvo mayor recorrido ya que, la disolución del Parlamento para la convocatoria de elecciones no permitió ir más allá.
Después de haber sido elegido, el nuevo Consejo de Ministros prometió retomar la propuesta en los primeros 3 meses desde su toma de posesión. Sin embargo, la situación generada por el Estado de Alarma como consecuencia de la pandemia ocasionada por el coronavirus, lo retrasó de nuevo.
A pesar de todo, el Proyecto de Ley ha sido por fin aprobado para que puedan ratificarse definitivamente los planes ambientales de España hasta 2.050.
Enumeramos, a continuación, algunas de las medidas más importantes recogidas en la futura Ley, relacionadas con la energía fotovoltaica:
Objetivos blindados con fuerza de ley
El proyecto de ley establece la consecución de unos objetivos, tanto a nivel energético como ambiental, con fechas límite en 2.030 y 2.050. Dichos objetivos han quedado protegidos por la normativa de manera que solo podrán ser modificados al alza.
En otras palabras, la ley establece que nuestro país debe llegar a tener un sistema eléctrico totalmente renovable en 2.030 y alcanzar la meta de Cero emisiones para 2.050.
Compromisos para dentro de una década
Para llegar a la mitad del siglo con los deberes hechos, se establecen metas intermedias para dentro de una década:
- Cierre de las Centrales de carbón y de la mayoría de las de gas natural.
- Reducción de un 20%, como mínimo, de las emisiones de gases perjudiciales a la atmósfera (tomando como referencia la cantidad de gases emitidos en España a principios de los 90).
- El 70% de la energía eléctrica presente en la red deberá ser verde.
- Al menos un 35% de la electricidad consumida deberá proceder de fuentes renovables.
- Reducción del consumo energético en un 35% gracias a la aplicación de tecnologías de eficiencia energética.
Estos objetivos se pretenden alcanzar mediante los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC) que vayan siendo aprobados por las Autoridades en los próximos años.
Movilización de capital para su inversión de 2.021 a 2.030
Se prevé que se supere la cifra de 200.000 millones de euros que serán invertidos en la siguiente década, lo que se estima que generará entre hasta 350.000 puestos de trabajo netos al año.
La inversión de capital junto con el avance de las renovables en la economía española más el ahorro energético que todo ello conllevará, hará posible que el PIB español crezca cerca de un 2% a finales de 2.030.
Garantías para la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado que ayuden a la transición energética y eviten el cambio climático
Se pretende garantizar la existencia de una partida suficiente, dentro de los PGE, para la consecución de los objetivos del Proyecto de Ley de Cambio Climático. Este importe debe equivaler al que se establezca en el Marco Financiero Plurianual de la UE, un 20% aproximadamente. En cualquier caso, se pretende revisar al alza dicho porcentaje, antes de 2.025.
Al mismo tiempo, con el fin de fomentar la producción de energía renovable, dentro de los PGE, se destinará una cantidad equivalente al total del importe estimado de “la recaudación anual derivada de los tributos incluidos en la Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética”.
Previsión de partidas presupuestarias para la red eléctrica
costes y mejoras en el sistema eléctrico. Este importe procederá de las cantidades ingresadas por la subasta de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
No se invertirá ni se destinarán ayudas del sector público para la producción de energía procedente de fuentes fósiles.
No más permisos para nuevos yacimientos ni “fracking” en territorio español
Tampoco se prorrogarán los permisos ya concedidos a este tipo de explotaciones más allá de finales de 2.042.
Un modelo de subastas diferente para las nuevas plantas de energía renovable
La norma prevé la puesta en marcha de dicho modelo de modo que la puja inicial tenga lugar antes de que finalice 2.020.
Con ello se pretende lograr una reforma integral de los procedimientos anteriores intentando emplearlas tanto para la promoción de la construcción de nuevas instalaciones como para lograr el abaratamiento del coste de la energía eléctrica y de las tarifas que pagan los clientes finales.
Desde la aprobación de la Ley, se deberá competir por las nuevas instalaciones ofertando un precio fijo de la electricidad que tendrá que mantenerse a lo largo de todo el tiempo en que le sea otorgada la concesión (de 10 a 20 años). Este precio le será trasladado al cliente final.
Aparición nuevas figuras intervinientes en la producción de electricidad
Con el fin de propiciar el desarrollo de las energías renovables, se regula la aparición de los siguientes roles:
- “Titular de almacenamiento”
- “Agregador independiente”: Será el encargado de comprar o vender “diferentes consumos agregados o electricidad generada de consumidores, productores o instalaciones de almacenamiento” en el mercado eléctrico.
Se estimulará la hibridación o, lo que es lo mismo, la incorporación de diferentes técnicas de producción eléctrica en una misma planta.
Por otro lado, se pretende dar un nuevo impulso a las plantas ya construidas de manera que aumenten la potencia instalada “hasta alcanzar la máxima que se le permite verter a la red”.
Estas son las principales medidas contempladas en el nuevo Proyecto de Ley para el Cambio Climático y la Transición Energética. Desde aBalados, como ingeniería especialista en Energía Fotovoltaica, esperamos que su aplicación contribuya al desarrollo de las energías renovables en nuestro país, así como, por ende, a la evolución positiva de nuestro sector.