Teléfono +34 955 320 603 / +34 955 320 607 | Twitter Linkedin |

España: Destino perfecto para invertir en energías renovables

España es el país de la Unión Europea que disfruta de más horas de sol a lo largo del año, gracias a su situación geográfica y su clima. Cabe destacar especialmente los vatios de potencia energética que se consiguen en la zona sur peninsular en la que, solo con 1 m2 de placas fotovoltaicas, es posible generar la mitad de la energía eléctrica consumida (de media) por un usuario residencial.

Esta circunstancia, unida a otros factores igualmente importantes y relacionados entre sí como:

. El objetivo establecido por la UE de ir eliminando fuentes de energías más contaminantes y no renovables como el carbón.

. La consiguiente necesidad de aumentar el cupo de energía procedente de las No Renovables para hacer frente a la demanda de los usuarios.

. La eliminación del llamado impuesto al sol en nuestro país.

Nos ha situado en una posición perfecta para tomar parte en la llamada “revolución fotovoltaica” que debe ajustarse a una rígida agenda comunitaria para lograr las metas fijadas en la generación de energía no renovable.

El momento es el idóneo ya que la inversión en instalaciones y tecnología se ha vuelto provechosa, si tenemos en cuenta el precio previsto de mercado. Sin embargo, es importante no olvidarse de que existe un número limitado de puntos de conexión con la red de suministro eléctrico, es decir, que no se debe desaprovechar esta ocasión.

Por otro lado, para el desarrollo de un proyecto de energía fotovoltaica, es imprescindible contar con la financiación adecuada. Disponer del beneplácito de unos inversores es fundamental para ello, pero sólo lo proporcionarán si el promotor estima que conseguirá los ingresos necesarios que rentabilicen dicha inversión, basándose en los Power Purchase Agreement o “Contratos Bilaterales de compraventa de electricidad a largo plazo”, usualmente llamados PPA. De ahí la necesidad de realizar un estudio inicial de viabilidad que garantice la operatividad y rentabilidad del proyecto antes de iniciarlo.

Es evidente que la tipología de la electricidad demandada en un futuro se ajustará a la forma y la cantidad en las que se producen las energías renovables y que, al tener precios más competitivos, un mayor número de empresas denominadas “electrointensivas”, para las que la electricidad es un elemento fundamental en su proceso de producción, se asentarían en nuestro país, aumentando la demanda.

Es más, un incremento muy elevado de la cantidad de energía renovable generada podría provocar que otras fuentes de energía como las derivadas del petróleo fueran desplazadas dentro de la industria y el sector residencial, ocasionando, de nuevo, el aumento de la demanda eléctrica. Es un hecho que, cada vez más, los consumidores demandan las energías de fuentes limpias; las energías renovables posibilitan a las comercializadoras la venta de “energía verde” siendo el mercado de las garantías de origen (gdo) un activo a tener en cuenta en renovables.

Al mismo tiempo, es conveniente no perder de vista que la interconexión con el resto de Europa será progresivamente mayor con el paso de los años y que, en consecuencia, la energía eléctrica circulará libremente por los distintos países intentando ser lo más eficiente posible y logrando precios cada vez menos variables.