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¿Cómo debería ser el nuevo sistema de subastas?

A principios del verano, la Fundación Renovables convocó la jornada de trabajo “Construyendo las nuevas subastas de renovables” con la finalidad de abordar qué criterios deberían ser los apropiados para diseñar el nuevo sistema de subastas de renovables propuestas por el Ministerio de Transición Energética. En ella participaron representantes de las empresas y entidades más importantes del sector de la energía en nuestro país.

Altos responsables del mercado eléctrico tradicional declararon que, tanto el marginalismo de las subastas anteriores como la determinación de precios mínimos, fijados para la totalidad de las instalaciones proyectadas, han provocado el aumento de las especulaciones cerrándose la compra de proyectos a un importe que oscila entre los sesenta mil y los doscientos cincuenta mil euros por megavatio.

Por otra parte, la ratificación de la reciente normativa (Real Decreto 23/2020) que fue celebrada por el sector por lo que suponía de superación del sistema de subastas anterior, se ha revelado como menos estricta en lo relativo al mantenimiento de los derechos de conexión de aquellos proyectos que no progresen lo suficiente, desde el punto de vista administrativo, en un plazo de tiempo determinado.

Esto implica que la conexión con la red se está convirtiendo en un bien limitado que dificulta la competencia en el sistema de subastas, obstaculizando la incorporación de actores inéditos en el sector y proyectos más reducidos. En definitiva, no es factible habilitar un sistema de subastas que esté supeditado, desde el principio, a los puntos de acceso a la red.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos y lo que se está haciendo a nivel internacional, los participantes en la jornada platearon las líneas sobre las que se deben asentar las nuevas subastas de renovables para su adecuado progreso:

  • El sistema de subastas debe ser la respuesta a un planteamiento energético previo que marque unos objetivos a alcanzar, concretados con antelación y avalados por un marco legislativo a largo plazo.
  • Es importante acotar los plazos para presentar las ofertas y el tiempo máximo para ejecutar los proyectos de manera que haya una cierta garantía de su realización. Así mismo, debe preverse la apertura de procedimientos al término del periodo contractual con el fin de dar continuidad a la instalación.
  • Adjudicación por “Pay as Bid” frente a métodos marginalistas: Los métodos marginalistas implican que no se tenga en cuenta la perspectiva de la competitividad en el desarrollo, ocasionando que el volumen final subastado supere al del inicio. Esto debe desterrarse y adoptar un sistema de subastas energéticas por tecnología.
  • El responsable último de gestionar las subastas debe ser el Ministerio de Transición Energética, por supuesto, supervisado de cerca por la CNMC que debe salvaguardar la competencia en ellas.
  • Los factores a tener en cuenta en la valoración de los proyectos presentados deben ser:
    1. El coste
    2. El grado de seguridad de que vayan a ejecutarse
    3. La sostenibilidad u otros elementos externos que aporten valor adicional.
  • Deben existir elementos añadidos que faciliten la ejecución de los proyectos como:
    1. Un desarrollo administrativo mínimo de los mismos como condición previa al acceso a la subasta.
    2. La aportación de garantías por parte de las empresas/entidades ofertantes que cubran los posibles riesgos.
  • Es importante limitar la transmisión de derechos de proyectos no terminados estableciendo unos requisitos de obligado cumplimiento, al mismo tiempo que se deben establecer sobrecostes que eviten que se transmitan actos administrativos, penalizando así este tipo de acciones.
  • El sistema de subastas debe incorporar tramos en los casos de generación de energía distribuida y agentes concretos en base a variables geográficas: lugares con alta concentración de población, asociaciones, zonas en recesión económica o deterioradas desde el punto de vista del medio ambiente.
  • El precio no debería ser el único criterio decisivo en exclusiva. La generación de energía renovable tiene una serie de beneficios implícitos que deben tenerse igualmente en cuenta.

A nivel internacional, la competencia limpia en el sector de las energías renovables ha supuesto la consecución de compromisos por partida doble, tanto a nivel de penetración de las energías limpias y de disminución de emisiones en los países europeos como de reducción del precio del kWh gracias al menor coste de la electricidad por la incorporación de las renovables. En este sentido, el sistema de subastas es un instrumento eficaz y posibilitador para alcanzar dichos compromisos.

Desde aBalados, como ingenieros y gestores de activos especializados en energía fotovoltaica, defendemos este nuevo sistema de subastas ya que pensamos que es absolutamente necesario para alcanzar los objetivos energéticos planteados en nuestro país.

Si necesita que le asesoremos para introducirse en el sector de la energía fotovoltaica, póngase en contacto con nosotros y le asesoraremos. Tenemos una amplia experiencia que nos avala y que podremos a su disposición.